El gobierno de Corea del Sur declaró el estado de "catástrofe nacional" debido a la ola de incendios que arrasó el sureste del país, dejando al menos cuatro víctimas fatales y provocando impactantes fenómenos naturales, como los torbellinos de fuego, también conocidos como "torbellinos del diablo". El Ministerio del Interior confirmó la entrada en vigor de esta medida en las provincias de Gyeongsang del Norte y Gyeongsang del Sur. Entre las zonas más afectadas se encuentra la ciudad de Ulsan, donde residen más de un millón de personas y que se encuentra bajo amenaza directa de las llamas. Hasta el momento, se han reportado dos civiles y dos bomberos fallecidos en el condado de Sancheong, además de seis heridos.

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