El papa Francisco volvió a sorprender con una aparición inesperada y poco habitual, ya que ingresó a la Basílica de San Pedro sin su vestimenta pontificia, luciendo pantalón negro, camisa blanca y una manta rayada sobre sus piernas, junto a sus cánulas nasales visibles. Las imágenes, que circularon con rapidez por redes sociales, causaron impacto entre los vaticanistas, que inicialmente creyeron que se trataba de contenido manipulado.
Acompañado por sus asistentes médicos Massimiliano Strappetti y Andrea Rinaldi, el pontífice de 88 años se desplazó en silla de ruedas por algunos sectores del templo. Esta nueva aparición pública se suma a la que realizó el domingo anterior, cuando se presentó en la Plaza de San Pedro para el cierre de la misa por el Jubileo de los enfermos.

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