El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, logró seducir a los votantes con su propuesta de cambio y giro a la izquierda, pero sin una mayoría parlamentaria propia deberá ampliar su coalición de Gobierno para alcanzar acuerdos en el Congreso para impulsar su agenda y garantizar la gobernabilidad.
El 50,47% de votos que obtuvo el domingo el Pacto Histórico (PH) reunió a quienes adherían a sus propuestas pero también a aquellos que simplemente rechazaban al oponente Rodolfo Hernández. Lograr sostener niveles similares de apoyo una vez que Gustavo Petro asuma como Presidente el próximo 7 de agosto, y en un escenario polarizado, será uno de sus principales desafíos.
Para eso, deberá regular las altísimas expectativas de ampliación de derechos en un contexto en el que los analistas señalan que no contará con mayoría en el Congreso y probablemente para subsanar esta carencia tenga que designar a un gabinete que no sea completamente “puro”.
Para el politólogo colombiano Alejandro Cortés-Arbeláez, los “muchísimos años de movilización social” se “cristalizaron” en las elecciones legislativas pasadas y “ahora se confirman en las votaciones a la presidencia”.
Por eso, estimó que el desafío será manejar las expectativas de quienes se movilizaron contra Iván Duque y que buscarán traducir parte de sus demandas por vías institucionales.
“Es la principal preocupación, porque quizás las expectativas sobre Petro estén muy altas, porque todo el mundo cree que el 8 de agosto Colombia va a cambiar pero sabemos que eso no va a ocurrir de la noche a la mañana”, aseguró Cortés Arbeláez.
El presidente electo ya moderó parte de sus propuestas para ampliar su base de cara al balotaje y a un eventual gobierno.
El viernes anunció la conformación de un “Gran Acuerdo Nacional” (GAN) junto a políticos del centro del espectro partidario colombiano. Desde la campaña de Petro habían prometido que esta semana se realizaría la segunda reunión, pero aún no hay fecha.

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