El Gobierno de Nicaragua, a través del Ministerio de Gobernación, ordenó esta semana el cierre de 12 universidades privadas, con lo que suman 14 las casas de estudios superiores ilegalizadas desde diciembre pasado.
El cierre de esas universidades, incluida la Politécnica de Nicaragua (Upoli), que fue tomada durante casi dos meses por estudiantes que se manifestaron contra el Gobierno en el marco de una revuelta popular que estalló en abril de 2018, se comenzó a dar un mes después de que el presidente Daniel Ortega fuera reelegido para su quinto mandato, el segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta y con sus principales contendientes en prisión. Estas son las claves sobre el cierre de universidades, que ha dejado en el limbo a miles de estudiantes, profesores, trabajadores, colaboradores y a un rector exiliado en Costa Rica alegando motivos de seguridad.
VERSIÓN OFICIAL: INCUMPLIMIENTOS Según el Ministerio de Gobernación, esas universidades han sido ilegalizadas porque incumplieron sus obligaciones, entre ellas el no reportar sus estados financieros conforme a períodos fiscales, con desgloses detallados de ingresos, egresos, balanza de comprobación, detalles de donaciones (origen y beneficiario final) y no renovar sus juntas directivas, entre otros. Esa versión es rechazada por los afectados. Según afirmó a la plataforma digital Nicaragua Actual el rector de la Universidad Paulo Freire, Adrián Meza, las autoridades se negaron a recibir la documentación. El abogado nicaragüense Yader Morazán explicó que las universidades tenían hasta el cierre del año fiscal para presentar sus estados financieros, es decir, hasta el 28 de febrero próximo, y sólo se les podía cancelar sus personalidad jurídica una vez agotado el proceso correctivo, que es apelable, y eso no ocurrió.
FACTOR POLÍTICO El ideólogo sandinista William Grigsby, director de Radio La Primerísima, reconoció que la cancelación de la personalidad jurídica de un "puñado" de organismos no gubernamentales, 87 en total, incluido las 14 universidades privadas, son por motivaciones políticas. "En la práctica eran fachadas de la intromisión europea y norteamericana en los asuntos internos de Nicaragua. Hay que entender este tipo de decisiones en la lógica de la defensa del poder del pueblo de Nicaragua", dijo el ideólogo sandinista en su emisora, aunque sin ofrecer pruebas. "Aunque nosotros jamás nos hemos declarado enemigos del Gobierno, parece ser que el Gobierno sí nos miraba como enemigos", comentó al respecto Meza, que se exilió en Costa Rica.