El decreto de Javier Milei que designó a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como miembros de la Corte Suprema forzó una votación en el Senado para tomar definiciones que todavía son susceptibles a intervención judicial. Las coincidencias entre el peronismo y el PRO, además de aportes de la UCR y de exlibertarios, posibilitaron el rechazo de ambos pliegos y dejan vacantes dos lugares en el máximo tribunal nacional. La designación de Ariel Lijo contó con el respaldo de 27 senadores, el rechazo de 43 y la abstención de 1 (del libertario Juan Carlos Pagotto). Por su parte, la votación de Manuel García-Mansilla resultó 20 a favor y 51 en contra. La chubutense Edith Terenzi (Las Provincias Unidas) fue la única ausente. Ambos magistrados necesitaban dos tercios del recinto, por lo que no fueron ratificados por la Cámara alta.