Gimnasia y Esgrima de Mendoza consiguió el ascenso a Primera División al superar por penales a Deportivo Madryn, tras empatar 1 a 1 en los 120 minutos reglamentarios. El partido, disputado en el estadio de Platense, fue una auténtica montaña rusa de emociones y polémicas.
El conjunto chubutense había tomado ventaja a los 32 minutos del segundo tiempo, cuando Luis Silba, de cabeza, conectó un centro preciso de Nazareno Solís. El “Tanque” venía de una temporada irregular y no marcaba hace ocho partidos, pero apareció en el momento más importante. El destino le tenía reservado un guiño especial: el año pasado había vestido la camiseta de Gimnasia.
Cuando el reloj se acercaba al cierre y Madryn saboreaba el ascenso, una mano de Alejandro Gutiérrez dentro del área cambió todo. El árbitro Nicolás Ramírez sancionó penal, y Facundo Lencioni lo transformó en gol con frialdad quirúrgica. Con el 1-1, la final se estiró al alargue.
El desarrollo del partido tuvo pasajes ásperos y decisiones discutidas. En el primer tiempo, a Gimnasia le anularon dos goles por mano, uno de Matías Muñoz y otro de Nicolás Servetto, ambos confirmados tras revisión con el sistema de videoarbitraje (VAR). Fue una rareza: la Primera Nacional disputó los 612 partidos previos sin esa herramienta, y su estreno en la final generó protestas y confusión en las tribunas.
Ya en el tiempo suplementario, ninguno quiso resignarse al azar de los penales. Con las piernas pesadas y la cancha mojada, los dos equipos siguieron buscando. Diego Mondino estuvo cerca de darle la victoria al Lobo con un cabezazo que Yair Bonnín atajó, pero el empate persistió.
En la tanda de penales, Rigamonti se vistió de figura: tapó los remates de Federico Recalde y Nicolás Mana, mientras que Diego Crego estrelló su tiro en el travesaño. Del otro lado, Cingolani, Lencioni y Recalde no fallaron y sellaron el 3-0 definitivo. Apenas la pelota rebotó en el travesaño, los hinchas invadieron el campo del estadio Ciudad de Vicente López, aunque algunos con la única intención de quitarle la indumentaria a los jugadores, motivo por el cual tuvo que intervenir la seguridad.