El final de Magis TV era cuestión de tiempo. La aplicación, conocida por ofrecer miles de canales y películas sin autorización, fue bloqueada en varios países tras una serie de denuncias por violación de derechos de autor. En la Argentina, su caída encendió las alertas entre los usuarios que la usaban como una alternativa a los servicios de streaming pagos.
Más allá de la molestia por quedarse sin acceso, el cierre dejó una enseñanza clara: lo gratis puede salir caro. Estas plataformas no solo operan fuera de la ley, sino que además exponen los dispositivos a virus, robo de datos y fraudes digitales. En muchos casos, las apps piratas solicitan permisos innecesarios o piden datos personales que luego terminan en bases de estafadores.
Impulsados por el cierre de Magis TV, los usuarios migraron hacia otras ofertas que, con sus limitaciones en algunos casos y con sus ventajas en otros, resultan una alternativa válida para pasar al plano de lo legal.