El ejército de Israel intensificó su acción sobre la ciudad de Gaza, mediante diversas operaciones y bombardeos. El objetivo es tomar lo que presenta como el último gran bastión del movimiento islamista Hamas en el enclave palestino.
En la ofensiva deben participar cinco divisiones, a raíz de los 60.000 reservistas a los que convocó para la acción. El nuevo empuje se produce cuando los mediadores -EEUU, Egipto y Catar- siguen esperando la respuesta formal del gobierno de Benjamin Netanyahu a una propuesta de tregua. Esta permitiría liberar a los rehenes israelíes y fue aceptada por Hamas.