El gobierno del centrista François Bayrou atraviesa su semana más crítica desde diciembre. Con la moción de confianza prevista para el 8 de septiembre, el primer ministro busca asegurar el respaldo del Parlamento a un plan de ajuste presupuestario de 44.000 millones de euros que reduciría el déficit francés, mientras la oposición ya anticipa su rechazo.
Por pedido de Bayrou, el presidente Emmanuel Macron convocará una sesión parlamentaria extraordinaria en la que el primer ministro presentará una declaración de política general y solicitará la confianza de la cámara baja. Su objetivo es primero obtener apoyo para el plan de ahorro, y en un segundo momento negociar el reparto de los recortes. Sin embargo, la oposición mantiene posiciones firmes: la ultraderechista Agrupación Nacional, La Francia Insumisa, los ecologistas y los comunistas confirmaron que votarán en contra.