El mundo financiero de Nueva York quedó envuelto en un nuevo escándalo tras la detención de Howard Rubin, un reconocido exgerente de fondos acusado de comandar una red de trata y explotación sexual que operó durante más de una década en un penthouse de lujo en Manhattan. De acuerdo con la fiscalía, el financista trataba a las víctimas como “objetos” y las sometía a torturas físicas y psicológicas.
Rubin, de 70 años, fue arrestado en su residencia de Fairfield, Connecticut, por agentes federales. Los investigadores sostienen que entre 2009 y 2019, el exinversor (con pasado en firmas como Merrill Lynch, Bear Stearns y el fondo de George Soros) reclutó a decenas de mujeres, incluidas exmodelos de Playboy, a quienes llevaba a un departamento privado adaptado como “mazmorra sexual”.
Según el expediente judicial, el inmueble ubicado en la calle West 57th contaba con una habitación insonorizada, pintada de rojo y equipada con elementos de tortura, entre ellos una cruz, una cama con correas y una picana eléctrica.