Tras la filtración de audios de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei en distintos medios de comunicación, el Gobierno reforzó los controles en la Casa Rosada.
El Ejecutivo definió impulsar cambios en el esquema de chequeos que realiza Casa Militar antes de las reuniones de los funcionarios.
Los agentes de seguridad comenzarán a aplicar barridas electrónicas sobre los salones y a pedir los teléfonos de las personas que visitan a la presidenta de La Libertad Avanza en su despacho de Balcarce 50. Se trata de un operativo que ya se realiza para los encuentros que mantiene el jefe de Estado.
Una de las preocupaciones de la mesa chica del oficialismo es que los presidentes extranjeros que visitaron la Casa de Gobierno piensen que alguien pudo haber grabado sus conversaciones. Es por eso que los equipos de seguridad de Nación definieron sumar controles, que también se aplican en las reuniones de gabinete.
El Gobierno calificó a la filtración de audios de Karina Milei como una “operación de inteligencia” y presentó una denuncia ante la Justicia. La decisión la tomó el viernes la mesa judicial de Balcarce 50 en un encuentro en las oficinas del asesor Santiago Caputo. Participaron el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, el abogado Santiago Viola, la exsecretaria Belen Stettler, el consultor Manuel Vidal y el vocero, Manuel Adorni, entre otros.