Con consenso de cuatro bloques, la Cámara de Diputados se preparaba para iniciar el camino para que la Argentina tenga un marco regulatorio de inteligencia artificial (IA) y organismos encargados de legislar y promover su uso. Sin embargo, el antagonismo del PRO terminó por prorrogar su discusión por 30 días. Aunque podían imponer su mayoría para dictaminar, los impulsores del proyecto justificaron la postergación a la necesidad de que esta iniciativa se configure como política de Estado.
Bajo el nombre de "Ley de Marco Normativo y de Desarrollo de los Sistemas de IA", el proyecto formulado por Daniel Gollán (Unión por la Patria) pretendía -entre otras cosas- "promover el acceso equitativo a los avances y los conocimientos en el ámbito de la inteligencia artificial", considerar un "control sobre la vigilancia estatal", atención a "personas afectadas por un sistema de inteligencia artificial", el derecho a "solicitar intervención humana" y a la "no discriminación y a la corrección de los sesgos discriminatorios directos, indirectos, ilegales o abusivos", entre otros alcances. Además, clasifica las IA según su "riesgo" en la aplicación en "inaceptables", "alto riesgo", "riesgo limitado".
Sin embargo, el diputado Martín Yeza, uno de los vicepresidentes de la Comisión de Ciencia, inició una campaña en redes calificando la propuesta como "el peor proyecto de IA del mundo", calificándolo como un "Frankenstein jurídico" que sobre regula, ahogando la innovación y promoviendo la carga impositiva. Esta semana, ya conociendo la definición de la prórroga del debate, Yeza se ausentó de la reunión y no expuso sus argumentos frente a sus colegas.