A nueve meses de su última salida al aire junto a su nieta Juana Viale, a dos años y medio de que la pandemia la alejara de la pantalla, Mirtha Legrand volvió a la televisión y lo hizo a la altura de su leyenda. Esa melodía inconfundible, llena de imágenes sensoriales como solo lo hacen los clásicos. Las puertas con las iniciales que se abrieron de par en par. Y su tan ansiado ingreso entre un mar de ovaciones, acaso la más importante y emotiva de su dilatada trayectoria.
A la hora señalada, 21.30 la pantalla de El Trece mostraba la nueva escenografía para aumentar la expectativa. Le siguió un video con algunos de los momentos decisivos de los últimos tiempos, desde el anuncio de Juana Viale al comienzo de la cuarentena hasta el emotivo discurso de Mirtha durante los Martín Fierro. Y a las 21.32, se abrieron las puertas y sin poder contener las lágrimas, la Chiqui saludó una vez más a su público que la ovacionaba de pie en el estudio y en cada casa a través del televisor.
Visiblemente emocionada, Mirtha se sentó a su tradicional escritorio para dar inicio formal al programa. De inmediato, recordó a su histórica locutora Nelly Trenti, fallecida hace pocos días: “Me acompaño con una voz preciosa: ‘Con ustedes, la señora Mirtha Legrand’”, dijo antes de presentar un video en homenaje a su compañera. “Divina Nelly, nunca la olvidaré”, cerró agradeciendo a su nieto y productor, Nacho Viale.
“Pensé que no volvía más. Me costó reponerme, me pasaba todo el día leyendo y me dijeron que huya de la cama. Ahora hago kinesiología con Guillermo”, señaló Mirtha, y aprovechó para saludar a sus doctores. Luego presentó a los primeros invitados de la temporada 2022: Moria Casán y su actual pareja, el dirigente político Fernando Pato Galmarini, el periodista y conductor de A24 Baby Etchecopar y el popular cantante José Luis El Puma Rodríguez. Y tras recibir un afectuoso saludo virtual del artista colombiano Maluma, dio comienzo formal al programa.
Ya en la mesa, y como buena anfitriona, Mirtha saludó uno a uno a sus comensales y pasó lista por las veces qeu habían visitado el programa. Empezó con Moria, con unos llamativos lentes oscuros que se quitó al poco tiempo. Siguió con el Puma Rodríguez, quién le confesó que estaba enamorado de ella desde los años que vivía en Venezuela. “¿Y no te desilusioné cuando me conociste?”, le preguntó irónica, dando la primera muestra de su estilo único. Naturalmente, el artista contestó con cortesía y todo terminó entre risas.
La velada pasó por todos los estados. Empezó con un debate político entre Etchecopar y Galmarini, con Moria intentando marcar su propia posición: “Yo soy casanística”. Por su parte, el Puma reveló la decisión que tomó hace un tiempo: no hablar más de política. En medio del debate, transitaron desde el atentado contra la vicepresidenta al escenario de conflicto que suelen presentar las redes sociales.
Para salir de la arena política, Moria le obsequió a la Chiqui un presente especial. Se trató de una corona de oro artesanal que trajo de Europa de su gira para interpretar la versión de Julio César de Shakespeare. “Es para vos como un símbolo de tu reinado absoluto”, le obsequió. Y contó con orgullo las satisfacciones que le dio la puesta de José María Muscari: “No hay que tenerle miedo a los clásicos”, sentenció.
La clásica pregunta Legrand no tardó en llegar: “¿Moria, vos nos querés a Susana y a mí?“, le lanzó a La One sin anestesia. Y la actriz respondió también con su impronta: “Me cuesta un huevo querer. A vos te quiero muchísimo. A Susana también la quiero, pero nunca fuimos amigas. Fuimos la rubia y la morocha, trabajamos con Olmedo y Porcel, éramos todos estelares: en el teatro encabezaba yo, en el cine encabezaba ella. Fuimos muy buenas compañeras de trabajo”, respondió la actriz.
También Mirtha le preguntó a Galmarini por la labor de su yerno Sergio Massa introduciendo una discusión histórica y actual sobre el peronismo, en un ida y vuelta firme y respetuoso con Baby Etchecopar. “Soy una mujer grande, pasé por todos los gobiernos y nunca vi al país como está hoy”, lamentó la conductora. Ya más distendidos, Baby y el Pato evocaron sus años mozos en la zona norte del conurbano. “Yo te compraba las zapatillas”, recordó el periodista.