La senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri apuntó contra el vocero presidencial, Manuel Adorni, por su sueldo, en medio de la creciente polémica por el nuevo aumento que recibieron los legisladores en junio, alcanzando los 8 millones de pesos. "Está mal que cobre lo que gana", consideró y sostuvo que la discusión sobre los salarios debería extenderse a "todos los funcionarios públicos". "Hay que tener una discusión más seria respecto a lo que cobran todos los funcionarios públicos, no solo los senadores. A mí me parece que está mal también que el vocero presidencial cobre lo que gana, tenemos que dar una discusión seria de cómo se actualiza", lanzó. El sueldo de Adorni, que en abril rondaba los $4 millones ya había generado controversia luego de que fuera ascendido al cargo de secretario de Estado, puesto en el que, según el propio vocero, tiene "las mismas tareas, con otro rango y jerarquía, con una diferencia mínima de sueldo". De hecho, el salario que percibe el portavoz del presidente Javier Milei fue una de las razones que motorizó el aumento en las dietas que se votaron los senadores sin debate y a mano alzada.
El gobierno de Javier Milei sumó una nueva baja. Renunció el secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Alejando Cosentino, que estaba ligado al ahora exjefe de Gabinete, Nicolás Posse. El ahora exsecretario Cosentino es licenciado en administración de empresas y contador público por la Universidad Católica Argentina (UCA). Su historia profesional está ligada al mundo de las finanzas y la tecnología, y su designación como secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología era su primer cargo en la función pública. En promedio, en la gestión de La Libertad Avanza hubo una renuncia cada 5 días y 8 horas. Las carteras conducidas por Pettovello, Caputo y Francos fueron las que más bajas sufrieron. El ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, fue apartado de su cargo en enero. Según trascendió, el Presidente se molestó por diversas filtraciones de información que el funcionario habría brindado a la prensa sin autorización sobre las reuniones de Gabinete. También tuvo diferencias con el entonces jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Posse, además, mantuvo rispideces al interior del equipo de Gobierno cuando impuso a Mauricio González Botto a cargo de la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, un sector que funcionaba bajo la órbita de la cartera de Infraestructura que dependía de Ferraro.