La reducción de los aranceles a los celulares importados provocó una pelea inesperada entre el Gobierno nacional y Tierra del Fuego. Luego de la oficialización de la medida que abaratará los costos de los teléfonos que vienen del exterior, los sindicatos más importantes a nivel local paralizaron por 24 horas las operaciones en las fábricas bajo la consigna de defender la industria local.
La disputa se desató cuando Nación anunció una baja de aranceles para los productos electrónicos. Respecto a la fabricación local, se bajaron los impuestos internos de celulares, televisores y aires acondicionados del 19% al 9,5%, y en las consolas de videojuegos, del 35% al 20%. En tanto, a los elaborados en Tierra del Fuego se les quitaron los impuestos (que estaban en el 9,5%).
El Ejecutivo defiende la medida argumentando que alentará la competencia y permitirá un descenso en los precios al consumidor de estos productos en un 30%.
Sin embargo, funcionarios provinciales, empresas locales y gremios aseguran que la disposición representa un duro golpe para la industria local y que favorecerá la compra de bienes provenientes del exterior. Además, estiman que los valores podrían retroceder un 20%.